sábado, 22 de noviembre de 2008

Madrid

El chaleco fluorescente es algo que me viene fascinando mucho. Reconozco que he estado tentado de abrir un blog sobre tan sugerente materia. He decidido dejarlo porque ya tengo bastante con lo que tengo; pero lanzo la sugerencia para el que tenga a bien recopilar a todos aquellos que se ponen tan brillante prenda para hacer el camino de Santiago, para viajar como uno más en visitas de grupos de jubilados a catedrales y otros monumentos, para realizar las más variadas tareas de acompañamiento o mantenimiento dentro de aeropuertos o hasta para hacer footing por el Retiro a plena luz del día. Sólo son unos ejemplos.

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